lunes, 17 de junio de 2013

COLEGA, ¿DÓNDE ESTÁ MI REVOLUCIÓN?


De un tiempo a esta parte (esta parte del mundo, de la conciencia) usted viene sospechando que abrir un periódico en domingo, con lo a gusto que se está en el sofá escuchando –qué sé yo– a Mahler, es como poco una locura de cuatro pares de vaginas. Porque locuras suele encontrar, indefectiblemente, el que noticias busca entre sus páginas; esto es empírico, señores. Sin embargo, a veces conviene seguir exponiéndose al impreso sinsentido dominical, aunque sólo sea para conectar el “locurómetro” y así comprobar hasta qué punto incluso el mundo de la publicidad (que es de lo que tratan realmente los periódicos) está perdiendo definitivamente la chaveta.
¿Recuerdan aquello del “turismo revolucionario”? sí, hombre: aquello de quedar con los amigos en verano para coger un avión a Cuba y hacer todos juntos “La ruta del Ché”, ataviados con camisetas serigrafiadas made in Bangladesh de hoces y martillos. También estaba la variante rusa, claro, consistente en rendir pleitesía al cadáver incorrupto del camarada Lenin para acabar alcoholizado a base de vodka en la Plaza Roja. Pues bien, resulta que una conocida agencia de viajes decide ahora dar otra vuelta de tuerca al ya manido concepto ofreciéndonos una experiencia turística irrepetible –ojo, que no me lo estoy inventando: El País, domingo 16 de junio de 2013, pag. 33 (edición impresa)–: “Viaja a Corea del Norte. La oportunidad de vivir una experiencia única”. Las aclaraciones del anuncio (que viene a toda página, a todo color y a todo Régimen, fotografía de un sonriente Kim Jong-un con bandera estrellada incluida) contribuyen a despejar cualquier tipo de duda: “No está permitido el acceso a periodistas y fotógrafos”. “No se podrá utilizar su tarjeta SIM ni dispositivos GPS”. “No está disponible el acceso a internet”. “Restricciones de vestimenta”. Todo ello, cómo no, adornado con símbolos de prohibición de lo más atractivo sobre cálido fondo anaranjado. Se ofertan un “Tour Julio” y un “Tour Agosto”, ambos de 8 días/7 noches, con salidas desde Pekín, desde 1450 euros. ¿A qué están esperando? No se lo piensen: todavía están a tiempo de plantarle cara al Imperio.

Tras discutir (y posteriormente rechazar) con mi no-esposa la posibilidad de que el periódico o la agencia de viajes nos estén gastando una monumental broma, ya sólo me resta lamentarme, repetirme una y otra vez el viejo mantra: Colega, ¿dónde está mi revolución? Y lo que es peor: ¿Dónde no está? Porque estoy convencido de que, si algo hay más peligroso que la derecha autoritaria, ese algo es la derecha autoritaria disfrazada de resistencia trendy.