lunes, 23 de septiembre de 2013

CELOS (II)


Mientras María trataba de explicar por enésima vez al buen José los rudimentos del misticismo embrionario, unos simpáticos pastores se entretenían junto al pesebre improvisando historias, apurando hipótesis, ultimando apuestas, pero sobre todo observando de hito en hito, irremediablemente incrédulos, el desproporcionado miembro viril de cierta paloma que por allí pasaba.



("Celos" aquí).