1. Escribir es arder (absténganse
alérgicos a la ceniza).
2. Escribir es un gran “Cómo” raras
veces distraído por algún pequeño “Qué”.
3. La máxima de Borges es
irrenunciable: escribir mucho, corregir mucho, tirar muchos papeles a la basura
y publicar poco.
4. Escribir es pura minería: tratar
de extraer piedras preciosas de entre lo aparentemente nimio e irrelevante
(ceniza incluida).
5. El humor está en todas partes.
6. Jugar siempre con el par
Eros/Tánatos.
7. Entablar, en la medida de lo
posible, diálogo con los Maestros.
8. Escribir sobre lo inexpresable.
9. No escribir jamás para todos los
públicos.
10. Si escribir es arder, entonces
es también quemar todos los decálogos –incluido el propio–. Y seguir
tragando ceniza.