lunes, 8 de junio de 2015

FILOSOFÍA FICTICIA EN EL MUNDO ANTIGUO (II)


     Tetráctico de Samos

     Tetráctico (siglo VI a. de C.), contemporáneo de Pitágoras, convenció un buen día a sus amigos para tenderle una trampa al famoso numerólogo. La treta consistía en cubrir el piso de su casa con piedras de diferentes formas, colores y tamaños, para comprobar si éste cedía a la tentación de contarlas y clasificarlas. No tuvo Tetráctico en cuenta, sin embargo, su propia obsesión con los números –que poco tenía que envidiar a la de su rival–, y así fue que, una vez sus amigos abandonaron la casa de Pitágoras, nuestro filósofo permaneció allí, hechizado frente a las piedras, agrupándolas en montones de cuatro. Cuando Pitágoras, que había salido a comprar habichuelas, volvió al calor del hogar y encontró a Tetráctico sumido en la tortuosa tarea, no tuvo más remedio que apiadarse de él. Obviando por lo tanto el feo asunto del allanamiento de morada, se limitó a expulsarlo de su propiedad sin mayores cargos.
     Aquella noche Pitágoras –quizás porque las buenas trampas, a pesar de los eventuales accidentes, siempre surten el efecto deseado– sintió curiosidad por saber el número total de piedras que literalmente inundaban el piso de su casa. Reparó entonces en que, divididas ya en grupos de cuatro, bastaba con contar el número de montones para conocer –mediante un truco matemático basado en el número invariable de objetos en cada montón– la cantidad exacta de piedras.
     Así fue cómo, gracias a la broma de Tetráctico, Pitágoras inventó la tabla del cuatro. De nada sirvió que aquél reclamase parte de los honores como coautor de la misma, pues no existía entonces una ley de propiedad intelectual. Tuvo que conformarse Tetráctico con diseñar las tablas del dos y del siete, que todavía estaban por estrenar y contribuyeron a facilitar, una vez implantadas, la vida diaria de todas las generaciones conocidas hasta nuestros días.
     Varios siglos más tarde, en 1645, Blaise Pascal solicita la patente de la primera calculadora.