lunes, 15 de febrero de 2016

SIETE AÑOS


       Lloró durante siete años, hasta ver inundada su casa. Tuvo que abrir una ventana para poder respirar. El caudal de lágrimas cayó entonces sobre el jardín. Al cabo de un tiempo brotaron margaritas. Lentamente las deshoja, suspirando por un amor que la hará llorar otros siete años.