-¿Quién llama?
-Soy yo.
-¿Quién?
-José María.
-Hola, José María ¿cómo llamas a estas horas? ¿va todo bien?
-No.
-...
-Estoy con tu mujer en el hospital.
-¡¿Qué ha pasado?!
-Tranquilo, no es grave.
-Espera un momento, mi mujer está aquí, a mi lado...
-Ya lo sé.
-¡Pero acabas de decirme que está contigo en el hospital!
-Y es cierto.
-Mira, José María, no estoy para bromas...
-Tu mujer se ha desdoblado y ha tenido un accidente.
-¿Desdoblado? ¿qué coño estás diciendo?
-Que tienes que deshacerte de ella, la que está contigo.
-¿¡Estás loco!? ¡¿por qué iba a hacer eso?!
-Porque es el protocolo de actuación cuando alguien se desdobla.
-¿Protocolo?
-Claro; imagínate qué pasaría si las dos llegasen a encontrarse...
-¿Y por qué no te cargas tú a la que está contigo?
-Porque ya está herida, no seas salvaje... además, la tuya estará durmiendo, no se enteraría de nada, hombre...
-Pues yo no pienso matar a mi mujer, así de claro te lo digo.
-...
-¡Dime algo, por Dios!
-De acuerdo: me quedo con ella en el hospital, espero a que se recupere y me la llevo a otra ciudad.
-Me parece bien.
-...
-José María...
-¿Sí?
-Como te folles a mi mujer, te juro que te mato.