A tres kilómetros de distancia se agudiza la pendiente. La nieve cae con fuerza, el viento arrecia, los ánimos ceden; Caléndulo reconoce que no puede continuar y se hace un ovillo en la nieve.
Ya en El Paraíso, Dios pregunta a Caléndulo qué escenario desea para el resto de la eternidad. Una montaña si fuera posible, responde Caléndulo, para morir solo y en la nieve.