lunes, 9 de noviembre de 2015

EN LA PLAYA CON DIEGUITO


       ¡Mira, Dieguito! ¡Mira qué bonita la playa! Aquí; aquí con el abuelito, ven, siéntate aquí conmigo. La arena, sí; la arena; ¡mira qué calentita la arena! ¡Ay, cómo se te cae la arena! ¿Dónde está el cubo, Dieguito? No, no señorito: esa es la pala… ¡el cubo lo tengo yo! Jajasíííííííí, ¡el cubo lo tenía escondido el abuelo! ¡Que sí, que está aquí! Qué malo que es el abuelito, Diego; qué malo que soy, ¿eh? Vamos a tomar el sol un poquito, que abuelo está cansado ¿sí? Son gaviotas, neno, pájaros grandes. No ¿eh? No seas malo, Diego. Ahora, ahora después vamos a la orilla. Claro; aquí conmigo. Te llevo yo. La mano, Dieguito. Así, así. Muy bien. Con abuelo. Quema, claro, porque el sol pega mucho en la arena, todo el sol, aquí, todo el día. Pero ya se va poniendo fresquita; la orilla se moja, está muy dura ¿ves? Vamos a meter los pies ¡Huuuuuy! ¡Qué frrrrrría! ¿De qué te ríes tú, sinvergüenza? ¡Ven aquí, que te como! No me sueltes la mano ¿eh? Así, con abuelo. Huy, qué mimos tiene usted ¿verdad? Ven, que te cojo ¡Aúpa! Mira los barcos, allí, al fondo. Barcos muy grandes. Son barcos de pescadores, para comernos luego los pececitos; muy ricos los pescaditos. Ese barco es como el de papi. El verano pasado ¿te acuerdas? No te acuerdas ya. El año pasado, que vinimos a esta playa ¿Te acuerdas, Diego? Sí, con mami, aquí, en la orilla, que llovía mucho, que luego fuimos a casa de tía Mari. ¡Qué buena, la tía Mari! Que te dieron el bibe en su casa; mira los barcos. Fue aquí, sí. Muy cerquita. Y cómo lloraba mami, ¿verdad? Lloraba mucho mami, que estaba malita. Se enfadó mami. Porque papi no tenía que estar aquí, que tenía que estar en el barco, cogiendo pescaditos para ti y para mami y para abuelito y para todos; pero papi no estaba en el barco, que estaba en la orilla, muy quietecito, no se movía papi. Estaba dormidito: ¡Se quedó dormido en el agua papi! ¡Anda que…! ¡Qué despistado tu papi! ¿Dónde estaba papi, Dieguito? Claro que sí, que tú echas mucho de menos a papi, que eso ya lo sé yo, mi amor. Ahí estaba papi. Mira, Dieguito; mira los barcos.