lunes, 4 de noviembre de 2013

ESE OTRO MOMENTO (4)


O ese otro momento en que descubres (redescubres, asumes nuevamente) que el miedo más atroz, el más puntiagudo, el Miedo de los tres picos –ese tan terrible que sólo se puede representar gráficamente, con su vertiginosa eme mayúscula– es en realidad pura prefiguración del miedo, anticipación abstracta del mismo, semilla no ya potencial sino efectivamente potenciada, forzosamente posibilitadora, totalizante, estadio previo del horror que todavía no se teme en concreto, pero que se prevé temiendo –involuntaria y constantemente– ese otro momento.